El uso de cintas de correr motorizadas se ha convertido en algo común desde su origen a principios de la década de 1950. Originalmente diseñadas para diagnosticar enfermedades cardíacas y pulmonares, las cintas de correr se convirtieron rápidamente en un estándar en gimnasios después de que el Dr. Kenneth Cooper acuñara el término "aeróbicos" en 1968. Las cintas de correr motorizadas ahora brindan la capacidad de que los gimnasios ofrezcan un espacio interior entrenamiento cardiovascular opción para los que les gustaba caminar y para los amantes del running.
La evolución de la cinta de correr motorizada es sumamente profunda; originalmente comenzaron con solo la capacidad de cambiar velocidades, pero finalmente ofrecieron opciones de inclinación. Si bien las cintas de correr motorizadas siguen siendo relativamente similares a su diseño original, ha habido algunos avances sorprendentes en la conectividad del usuario, la interactividad y la capacidad de analizar y capturar datos de rendimiento.
Las cintas de correr claramente motorizadas seguirán evolucionando y seguirán siendo un pilar en el mundo del fitness. Sin embargo, ha habido una tendencia reciente hacia el uso de cintas de correr no motorizadas, particularmente en el rendimiento, aptitud y espacio de rehabilitación.
Al caminar o correr en una cinta de correr motorizada, la cinta se moverá a la velocidad establecida por el usuario, independientemente de la puerta del usuario y la eficiencia del movimiento. En esencia, el objetivo principal del usuario es poder levantar los pies a la misma velocidad a la que se mueve la cinta. Esto, lamentablemente, no requiere biomecánica óptima para realizar la tarea. En todo caso, es posible que si el usuario elige la velocidad de entrenamiento incorrecta, su biomecánica tenga una probabilidad significativa de volverse incorrecta, ya que "hace trampa" para mantener la velocidad predeterminada. Los compromisos en forma y técnica que se pueden observar incluyen:
- agarrarse de los pasamanos, ya sea de forma constante o esporádica
- aumento del ruido del impacto del talón,
- Mecánica de funcionamiento inadecuada.
Cuando una persona usa una cinta de correr no motorizada, solo puede caminar o correr a las velocidades que realmente crea. El cinturón solo se moverá según la velocidad aplicada, al igual que si camina o corre afuera. Otras ventajas de entrenar en una cinta de correr no motorizada:
- mayor activación de la cadena posterior,
- ayuda a mejorar la postura y la activación del núcleo,
- quema calorías a un ritmo mayor,
- excelente manera de trabajar el entrenamiento de desaceleración, ya que la correa se desacelerará en correlación directa con la velocidad a la que el usuario desacelera.
Por lo tanto, la próxima vez que esté listo para usar una caminadora para usted o un cliente, intente agregar una caminadora no motorizada para una increíble experiencia de entrenamiento general.